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Es muy importante la carta de recomendación de un jefe o compañero. Esta carta servía como recomendación a la figura de Timoteo, hijo en la fe de Pablo y totalmente autorizado por éste para ayudar a organizar la iglesia mientras el apóstol llegaba en un futuro cercano. Muchas personas quizá no comprendan la importancia de las cartas de recomendación eclesiásticas, por lo que ésta es una muestra fehaciente de su utilidad dentro del marco de la iglesia. Timoteo era un ministro de toda confianza de Pablo y esta carta le abría las puertas para ejercer funciones de pastor.
Timoteo recibe en este versículo los títulos de “hijo amado y fiel en el Señor” aclarando así primero su origen y luego su calidad espiritual. Su trabajo en primera instancia era “recordar” el proceder de Pablo, es decir, la estructura inicial de cuando empezaban y luego la manera en que se organizaban las iglesias por el apóstol en otros lares. Hay que notar que aunque Timoteo era el hijo espiritual de Pablo no fue heredero del título “apóstol”, jamás lo llamaron así en el Nuevo Testamento.
Sin lugar a dudas la adhesión de este joven a la iglesia de Corinto sería de gran utilidad, una ayuda invaluable para el buen orden de la congregación.