LBC Menú
Capítulos:
En el capítulo cuatro el autor hace una pregunta muy importante, ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos? Y la contesta con una serie de factores que ocasionan esas situaciones, en este capítulo muestra al lector las consecuencias que va a padecer el que se enriquece ilicitamente. “clama el jornal de los obreros” esta es una figura literaria llamada prosopopeya, que personifica a las cosas inanimadas, para dar fuerza ala expresión. Se entiende que todo el que trabaja tiene derecho a un salario digno y cuando no existe, el silencio y el semblante del obrero oprimido dice mas que mil palabras.
“y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos. Santiago está hablando a creyentes que conocen la palabra, y que por ningún motivo debían retener “el salario del jornalero hasta la mañana” (Lv 19:13); “y que no clame contra ti a Jehová y sea contado en ti pecado” (Dt 24:15).
“Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza”. Palabras fuertes las que usa el hermano del Señor, haciendo eco a lo que Jesús expresó en Mateo 6:19-21 “No os hagáis tesoros en la tierra…donde ni la polilla ni el orín corrompen,… porque donde esta vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. Es decir, en el lenguaje de Santiago el corazón se engorda, como le sucede a una bestia que se alimenta para el rastro municipal. El Señor Jesús invita a poner todos los recursos para la extensión del reino de Dios, qué es lo que produce fruto para vid eterna.
“Habéis condenado y dado muerte al justo, y Él no os hace resistencia.” Esta expresión dicha en sentido figurado, significa que el injusto no sea precisamente un homicida. El rico puede corromper a la autoridad para condenar al pobre y él salir impune. El justo muere pues no hace resistencia a las acusaciones del rico. Cabe recordar que los judíos veían la riqueza como muestra de que Dios estaba con ellos y les bendecía. Pero ignoraban las responsabilidades y advertencias del pacto. Mas ¡ay de vosotros, ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo, (Lucas 6:24)