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Pablo defiende su ministerio, 2 Co 10:1-18

10:3-6 “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 6y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta”.


“Pues aunque andamos en la carne”, el apóstol se refiere a ser una persona de carne y hueso como se dice coloquialmente, pero viviendo correctamente conforme a la escritura, manteniendo un espíritu de santidad.

“no militamos bajo la carne” Al estar bajo el dominio de Roma, era común para el pueblo el uso de las terminologías militares. En otras palabras, no usamos armas carnales, no hacemos lo que hacen las otras personas.

La armadura del creyente se describe en Efesios 6:9-18, como la armadura de Dios, totalmente diferente a las armas del enemigo, y aunque en la actualidad el enemigo ha construido nuevas armas letales como los gases, virus y bacterias, que parecen aterradoras, para destruir a Satanás se debe usar la misma arma: el Cristo vencedor que está en el creyente (Hebreos 2:14)

Las armas del creyente son poderosas en Dios para destruir fortalezas
1. Todos los que son salvos, han recibido las armas con todo el instructivo
2. Estas armas derriban todo tipo de obstáculo: tormentas, agentes mortíferos, los muros de Jericó, ejércitos, animales, enfermedades, huestes de maldad, envidia, odio.
3. Nunca han fallado, Dios es su garantía.

El apóstol Pablo estaba seguro de su complexión física (delgado, baja estatura, calvo y debilidad visual, se dice), esto no le impedía en nada utilizar con poder las armas que había recibido de lo alto. No importa el conocimiento intelectual de las personas o los argumentos persuasivos para querer destruir el trabajo de los obreros de Dios o a la iglesia, nunca podrá el enemigo vencer a los hijos de Dios. (Efesios 1:19-21 )

La versión de la Biblia TLA (Traducción en lenguaje actual) presenta el pasaje así: “Pido también que entiendan bien el gran poder con que Dios nos ayuda en todo. El poder de Dios no tiene límites; con ese mismo poder 20 Dios resucitó a Cristo y le dio un lugar en el cielo, a la derecha de su trono; 21con ese mismo poder, Dios le dio a Cristo dominio sobre todos los espíritus que tienen poder y autoridad, y sobre todo lo que existe en este mundo y en el nuevo mundo que vendrá. 22 Dios puso todas las cosas bajo el poder de Cristo, y lo nombró jefe de la iglesia”.

Con esa firmeza y confianza se debe hablar y refutar al adversario. Pablo jamás se presentó como un buen orador o un hombre con suficiente conocimiento intelectual, él se presentó como un fiel soldado de Jesucristo. Cuando es necesario poner las cosas en claro, no se debe tener temor a hablar, siempre y cuando se diga la verdad y a las personas correctas.

“y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 6y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta”. Un juego de palabras sobre la obediencia. Cuando Cristo cautiva, el pensamiento humano es transformado; el odio y rencor cambian a paz y amor. Al llevar cautivos los pensamientos a Cristo, es hacer que la desobediencia dé un giro de 180 grados y se convierta en obediencia. Llevar la falsedad e inmoralidad cautivas a la obediencia a Cristo es destruir las fortalezas que esclavizan a la humanidad.

Con la revelación del Espíritu Santo, Pablo instaba a los corintenses a persuadir con testimonio y palabras de amor a todos aquellos judaizantes que llegaran a ellos, para ello era necesario que ellos fueran obedientes, mantuvieran la estatura de Cristo, tal y como se las había enseñado el apóstol Pablo y de esa manera castigar toda desobediencia. El anhelaba que la misma iglesia tomara las decisiones sabias, que fuesen los hermanos los que echaran fuera a estos falsos profetas.  

Para Meditar

En las iglesias surgen personas que con envidias y mentiras quieren ganarse el aprecio y confianza del grupo y destituir al líder establecido, que no está de acuerdo con ellos. Pablo conociendo la situación reinante en esta iglesia, utilizó las armas espirituales, no dirigiéndose a estos engañadores, sino a las ovejas que conocían su voz, para que por sí solas actuaran. Es un ejemplo a seguir.


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