Pablo defiende su ministerio, 2 Co 11:1-15

Desenmascara ante la iglesia, a quienes están haciendo daño. Utiliza tres frases para describirlos:

1. falsos apóstoles, eran personas que no predicaban el verdadero evangelio de Jesucristo, tampoco acataban los acuerdos de los apóstoles, basaban su doctrina en la ley de Moisés y no en Cristo. Olvidaban que la salvación es por fe, no por obras.

2. Obreros fraudulentos, aprovechando las costumbres griegas de dar cantidades generosas a los maestros, ellos como buenos impostores se atribuían el trabajo de Pablo como propio, a fin de recibir buenas ofrendas, engañadores, “que trastornan casas enteras enseñando por ganancias deshonestas lo que no conviene”. El apóstol Pedro respaldó con su experiencia: “Esos falsos maestros desearán tener más y más dinero, y lo ganarán enseñando mentiras. Pero Dios ya decidió castigarlos desde hace mucho tiempo, y no se salvarán de ese castigo” 2 Pedro 2:3 (TLA)

3.-Se disfrazan como apóstoles de Cristo. Entran a las iglesias introduciendo encubiertamente herejías destructoras. El Señor Jesús advirtió de la llegada de falsos cristos (ver comentario virtual a Marcos 13:21-23). También Jesús refiriéndose al tiempo final, advirtió: “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; hacedores de maldad.” (ver comentario virtual a Mateo 7:21-23)

Los versos 14,15 son una elipsis de repetición. (en lo que lo omitido ha de suplirse mediante la repetición en la cláusula siguiente). Aún satanás se disfraza como ángel de luz y busca engañar a los creyentes, pues el es el padre de la mentira, imita las señales y milagros para ganar favor. En el Edén se presentó ante Eva en forma de serpiente con artimañas engañosas que parecían verdad, la hizo caer y perder la bendición que Dios tenía para ella y para su descendencia.

De la misma forma se disfrazan los falsos apóstoles como maestros de justicia para lograr sus propósitos.³  

³Bullinger, E. W. L., Francisco. (1985). (p. 93). TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE.