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2 CORINTIOS CAPÍTULO 8
La ofrenda para los santos 2 Co 8:1-24

8:1-6 “Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las Iglesias de Macedonia; que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos. Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios; de manera que exhortamos a Tito para que tal como comenzó antes, asimismo acabe también entre vosotros esta obra de gracia”.


El trasfondo de la colecta para los judíos cristianos en Jerusalén, se encuentra en el libro de Hechos donde se narra que un profeta llamado Agabo declaró bajo la unción del Espíritu Santo, acerca de la gran hambre que vendría a la tierra. Dicha profecía se cumplió en los días del emperador Claudio. Al saberlo, los discípulos de Macedonia fueron movidos a misericordia y llevaron a cabo una colecta para ayudar los necesitados de Judea (Hch 11:27-30). 

Paralelamente la iglesia en Antioquia comenzó un plan de ayuda para los hermanos de Jerusalén, siendo considerada esta congregación como la principal, honrando la obra evangelizadora que ahí empezó de acuerdo con Hechos 1.8 “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. El apóstol Pablo sintió la responsabilidad de ayudar a los judíos cristianos que atravesaban por una profunda necesidad, debido a las sequías y pocas cosechas que se dieron en ese tiempo. 

El apóstol comienza este capítulo haciendo alusión a la generosidad de las iglesias de Macedonia, entre ellas: Filipos, Tesalónica y Berea; estas también se encontraban en un periodo de grande prueba de tribulación, y experimentando una extrema pobreza, pero a pesar de ello demostraron su gozo con gran generosidad, por medio de sus ofrendas, no importando por lo que estaban pasando, tenían muy en claro que su alegría no podía apagarse por las dificultades vividas, su regocijo era más fuerte y extenso que las pruebas momentáneas, el profeta Habacuc en 3.17,18 deja un maravillo consejo en relación a este tipo de situaciones y de cómo se deben afrontar “Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.” . Pablo les hace ver a los corintios que las iglesias con menos recursos fueron las que tuvieron mayor participación.

Nota histórica

En la fiesta judía del Purim 1 se aplica la norma de que, por muy pobre que sea la persona, busque a otro que sea más pobre o tenga mayor necesidad y le haga un regalo. 


El apóstol a los gentiles2 avala, desde su experiencia, que las iglesias de Macedonia han apoyado conforme a lo que tienen y se han esforzado demostrando la gran virtud de la generosidad. Pablo escribe algo muy loable de los macedonios: se dieron a sí mismos, y dejaron ejemplo. Ellos mismos le suplicaron que se les otorgara el privilegio de dar; estas iglesias realmente tenían en alta estima y gran valor a la iglesia en Jerusalén, puesto que al depositar sus ofrendas era una tremenda honra la que sentían. Por eso la insistencia de participar en la colecta, no dando mayor importancia ni anteponiendo sus circunstancias difíciles por las que en ese momento atravesaban, e incluso la afectación emocional, superándolo todo el reconocimiento a la iglesia madre de Jerusalén. Los macedonios sabían lo que significaba tener recursos limitados y hasta sufrir, por lo tanto, podían simpatizar con otros que tenían necesidad. 

Para Pablo el sacrificio de Cristo no empezó en la cruz, tampoco con su nacimiento. Empezó en el cielo, cuando se despojó de su gloria para venir a la tierra. El desafío de Pablo a los cristianos corintios y de todos los tiempos era que se dieran cuenta que, con tal ejemplo de generosidad, ¿ podrían dejar de ser dadivosos? Teniendo en mente que la mayordomía involucra todo lo que somos y tenemos, es, sobre todas las cosas, un asunto espiritual, algo del corazón. La mayordomía cristiana refleja la madurez espiritual del creyente. Las iglesias de Macedonia podían dar porque ya se habían dado a sí mismos. 

Pablo asignó a Tito la responsabilidad no solo de promover la ofrenda, sino de llevar a feliz término el proyecto de la colecta. Tito había jugado un papel muy importante en la vida de Pablo y de los corintios. Por haber sido aceptado por ellos, y por causa del éxito de la misión, se condujo sabiamente.

Para Meditar

Hoy en día se ha creado una sociedad individualista y un tanto egoísta, pensando solo en las necesidades personales, dejando a un lado las carencias del prójimo. En muchas ocasiones se ha perdido la sensibilidad para brindar el debido apoyo a quienes realmente viven un tiempo de escasez. Las iglesias de Macedonia son un claro ejemplo que la generosidad no debe perderse, ellos tan pronto escucharon sobre la adversidad que la Iglesia de Jerusalén estaba pasando y de forma casi inmediata actuaron. Es necesario mirar la generosidad como el fruto de la vida cristiana.


1 En Purim se festeja que el pueblo judío en su totalidad se salvó del exterminio en las manos de los persas bajo el dominio del Rey Asuero. La forma de festejar Purim es donando a los pobres y con un banquete de abundante bebida y comida.

2 El Apóstol Pablo

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