1 Juan 2:26-27 “Os he escrito esto sobre los que os engañan.27 Pero la unción que vosotros recibisteis de Él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en Él”.

Los anticristos tienen la encomienda de engañar a los hijos de Dios y hacer que ellos se aparten de la doctrina apostólica, pero el cristiano que ha sido bautizado en el Espíritu Santo, llamado por el Apóstol “la unción”, quien le enseña todas las cosas (Jn 14:26). El Espíritu Santo es quien guía al cristiano a toda la verdad del evangelio, pues dijo Cristo: «… cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad» (Jn 16:13). Por ello, Juan dice que el mejor maestro es el Espíritu Santo, y que cuando una persona es bautizada con el Espíritu entonces el mismo Espíritu le guiará por el camino verdadero.

No deba entenderse este pasaje en el sentido de que los maestros no son importantes, pues de otra manera no existiría el ministerio de enseñanza (Ef 4:11), pues los maestros de la Palabra han existido desde que la Palabra de Dios fue dada a los hombres, y existirán hasta que Cristo venga. Asimismo, dice el pasaje de Efesios que Cristo mismo constituyó a los maestros de la Palabra de Dios. Más bien, el pasaje se refiere a que el creyente que ha sido bautizado con el Espíritu Santo tendrá la capacidad para discernir entre la enseñanza que viene de Dios y la que no; y el canon, la regla de esa enseñanza, siempre será el evangelio enseñado por los apóstoles.