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El apóstol Juan después de explicar a los creyentes sobre el comportamiento verdadero de un digno hijo de Dios y de la comprensión para discernir entre lo santo y lo profano, y no como hijos del diablo haciendo lo incorrecto. Ahora hace un llamado a sus “Amados” a “no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios,”esto significa que no se debe creer a todo lo que se escucha, afirmando que viene de Dios. Sino más bien comparar las declaraciones con todo cuidado y discernimiento, frente a lo que Dios ha dicho en las Sagradas Escrituras.
Algunas pruebas para descubrir a estos “falsos profetas” que con espíritus engañadores “han salido por el mundo” esparciendo vientos de falsa doctrina:
Los cristianos no deben creer a todo lo que leen o escuchan de ciertas personas que se dicen ser ministros de la Palabra de Dios, sin antes verificar que cada mensaje que se difunde sea realmente inspirado por Dios y que no contradiga su Palabra. Es triste saber que en un momento de la vida de estos falsos cristianos hubo un deseo por agradar al Señor o bien ser de bendición al cuerpo de Cristo; sin embargo, por orgullo, vanagloria, irreverencia a las cosas de Dios, extraviaron sus pasos dejando de ser dependientes del Señor y de su santo Espíritu Santo.