LBC Menú

Capítulos:

Versículos:

Versículos:

Versículos:



Mateo

Marcos

Lucas

Juan

Hechos

Romanos

1 Corintios

2 Corintios

Galátas

Efesios

Filipenses

Colosenses

1Tesalonicenses

2Tesalonicenses

1Timoteo

2Timoteo

Tito

Filemon

Hebreos

Santiago

1Pedro

2Pedro

1Juan

2Juan

3Juan

Judas

Apocalípsis

1 Juan 5:16-17 “Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida. Toda injusticia es pecado; pero hay pecado no de muerte.”


Hay un cambio muy marcado el que hace el apóstol Juan respecto a la oración. Ya no se enfoca en que el creyente se asegure de presentar peticiones personales acordes a la voluntad de Dios, sino que ahora invita a orar por los demás, sus hermanos en Cristo.

Para Meditar

Es característico de Juan, insistir en el amor que se debe tener para con los hermanos en la fe, por lo que condena fuertemente las malas actitudes, críticas y ofensas dentro de la comunidad de la iglesia, tanto localmente, como distrital y nacionalmente. Tal vez esos creyentes que aborrecen a sus hermanos no cometen otros pecados, pero el Apóstol los considera igual de pecaminosos. véase 1 Juan 2:11; 3:10; 14,15; 4:20; 5:2.


De este primer versículo del Evangelio escrito por Hechos, se derivan importantes principios que ayudan a entender la trascendencia de la revelación personificada por el Señor Jesucristo. ¿Con todo qué características se pudieran marcar a los pecados de muerte y a los pecados que no son de muerte, que el Apóstol menciona?

  1. El pecado que no es de muerte es aquel donde el creyente llega a cometer un error delante de Dios cediendo a la tentación, y por haberle fallado al Señor sobreviene al creyente dolor, remordimiento y sentido de culpabilidad por haber deshonrado al Espíritu Santo. Con verdadero arrepentimiento el creyente manifiesta deseos de ser restaurado, limpiado y sanado para no volver a fallarle al Señor. Por seguro que nuestro Dios le brinda el perdón. Aquí es de suma importancia la función de los creyentes, ya sea en forma individual o como iglesia. Intercediendo hasta asegurarse de que el hermano en tal situación se restaure plenamente. “Sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados” (Santiago 5:20).
  2. El pecado de muerte es el estado en que una persona, que fue un buen creyente ha caído. Es una transgresión voluntaria a los preceptos bíblicos y una decisión deliberada de no obedecer a Dios. Los pecados pueden ser tan terribles con una marcada rebelión para buscar el perdón de Dios, que conducen a la muerte espiritual. Esos creyentes rebeldes pueden recibir vida sólo si se arrepienten y se vuelven al Señor. Pablo en Romanos 8:13 lo dice muy claro: “Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis”.

© 2022 La Biblia Continental. Todos los derechos reservados. Diseñado por Creating Destiny Graphics. Biblia Reina Valera 1960 y El texto bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960® es una marca registrada de American Bible Society, por lo cual se puede usar solamente bajo licencia.