LBC Menú
Capítulos:
El apóstol Juan explica el verdadero significado del amor y la fuente de su existencia al mencionar “en esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios”, esto significa que el cristiano puede pensar en diferentes formas para lograr amar a Dios y sacar conclusiones vanas respecto a ese amor. Sin embargo, el apóstol nos lleva a la base principal donde se descubre el amor real que comienza aclarando que no amamos a Dios por iniciativa propia “sino en que él nos amó a nosotros”, gracias al sacrificio perfecto llevado a cabo en la cruz, en donde nuestro Dios “envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”, permitiendo así un plan de redención maravilloso que nos convierte ahora en hijos amados al reconocerle públicamente habiendo decidido seguirle y serle fieles. Por ello, la recomendación que da el apóstol Juan respecto a nuestra forma de vivir delante de nuestro Amado Dios, es que la conducta represente la esencia de Él en cada seguidor. Muchas formas sin fundamento existen en el mundo, pero el amor real de Dios nos hace entender que “si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros”, es decir, el amor de Dios ya es parte de nuestra naturaleza y si ahora está en nosotros debe ser notable a la gente que nos rodea. Y lo más importante, el amor entre los cristianos debe fluir sin condiciones, honrando Al que habita entre nosotros.