LBC Menú
Capítulos:
Dios se enorgullece de todo aquel que vive en fe. Él mismo fue quien—diciéndolo coloquialmente— “alardeó” de la fidelidad de Job cuando dijo a Satanás: “¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?” (Job 1:8) y llama a Abraham “mi amigo” (Is 41:8), debido a su fe. Asimismo, Jesucristo no se avergonzará de aquel que le confiese en la tierra (Mt 10:32) debido a la fe.
Es fácil avergonzarse de los “locos” que viven anhelando vivir en una ciudad celestial mientras viven en tiendas aquí, pero Dios “no se avergüenza de llamarse Dios de ellos” y les ha preparado su recompensa: la nueva Jerusalén (Ap 3:12). Cristo dijo: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros” (Jn 14:2).