LBC Menú
Capítulos:
Inmediatamente después de hablar de los resultados de fe de los siervos de Dios, de los pastores, dice que Jesucristo es el mismo de ayer, hoy, y por los siglos. Es decir, que, aunque los tiempos cambien, las sociedades cambien, la tecnología avance; aunque la liturgia sea distinta, aunque se inventen nuevas estrategias y se escriban nuevos libros con ideas frescas, “Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y por los siglos”. Es decir, los mismos milagros que Dios ha hecho en el pasado, los seguirá haciendo mediante aquellos que tienen fe, tal y como los hizo con los que tuvieron fe en el pasado. No se puede hablar de que en décadas pasadas había más poder de Dios porque Él quiso soberanamente bendecir a aquella generación más que a otras, ¡de ninguna manera! Jesucristo es el mismo, su poder es el mismo, sus milagros son los mismos, su Espíritu Santo es el mismo… lo único que puede no ser igual es el ser humano, quien muestra incredulidad. Siempre será la falta de fe lo que imposibilite los milagros y la manifestación del poder de Dios.