LBC Menú
Capítulos:
Josué tiene su lugar en la narrativa bíblica, al grado de que el escritor de Hebreos, menciona a Jesús como superior a los ángeles, como superior a Moisés y de paso a Josué; que desde luego no se compara con los dos primeros y tampoco con el sacerdocio de Jesús, superior a Melquisedec.
Sin embargo, debe decirse que Josué fue un hombre íntegro que salió de Egipto con el pueblo de Israel, siendo de mediana edad. Fue el principal ayudante de Moisés, posteriormente su sucesor. Dios realizó varios milagros a través de este siervo:
• Pasó el río Jordán con todo el pueblo, mientras la corriente se detuvo.
• A su indicación se cayeron las murallas de Jericó.
• Por su palabra se detuvo el sol en Ascalón, para que el pueblo de Israel ganara la batalla.
• Al principio de la jornada, junto a Caleb, fue uno de los dos espías enviados a Canaán, que vieron lo positivo de entrar a esa tierra
.
• Su fe le llevó a decirle al pueblo “Si Jehová se agradare de nosotros Él nos llevará a esta tierra”. Por su fe, Josué es mencionado en ambos testamentos.
• Logró que la promesa hecha a Abraham que se les daría esa tierra a su descendencia, fuera una realidad.
• Josué logró introducir al pueblo a la tierra prometida. Una figura que se puede comparar con Jesús quien llevará a su pueblo a la vida eterna.
Como siempre, hubo desobedientes, como aquél que tomó del anatema de Jericó y lo enterró debajo de su tienda, o cuando algunos hicieron alianza con sus vecinos sin consultar a Dios, o cuando tuvieron temor de ir y conquistar las tierras que Dios les había prometido. Pero Josué sabía en quien creía y se fundamentaba en las maravillas que había visto; por eso, se mantuvo motivando al pueblo con su ejemplo y testimonio de servir a Jehová. Es famosa su final arenga: “Si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quien sirváis… pero yo y mi casa serviremos a Jehová”. (Josué 24:15)
Es Jesucristo con su resurrección quien trae el perdón de pecados y el reposo divino. Cristo ha salvado el alma del creyente, y se ha iniciado el reposo absoluto, y tiene que seguir conquistando la tierra, así como el pueblo de Israel luchan do por lo que Dios les había prometido. El creyente en esta tierra debe permanecer como fiel soldado de Cristo ganando todas las batallas contra el enemigo y obteniendo las bendiciones prometidas para su vida.
En la ley de Moisés se ordenaba guardar el día sábado como el día de descanso por el trabajo realizado en la semana. En este pasaje de Hebreos, se habla del reposo que Dios da al pecador cuando acepta a Jesucristo, el cual es permanente. Los adventistas siguen guardando el día sábado, interpretando literalmente esta observancia. Pero el reposo de Dios es permanente y constante, no solo el sábado que los judíos y adventistas guardan, o el domingo, que la mayoría de la cristiandad celebra. El creyente debe reposar permanentemente en el Señor.
c c 4.5: Sal. 95.11.
d d 4.7: Sal. 95.7–8.
e e 4.8: Dt. 31.7; Jos. 22.4.