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El templo de Dios, 1 Corintios 3:16,17

3:17 “Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es”.


Así como el templo de los judíos en Jerusalén no debía ser destruido, la Iglesia no debía ser estropeada y arruinada por las divisiones, controversias u otros pecados de los miembros.

San Pablo ataca a los falsos maestros que se habían levantado dentro de la congregación de Corinto y exhorta a los creyentes a permanecer en santidad porque el templo de Dios… santo es; Así como el santuario estaba separado de todo lo profano, el creyente está consagrado al servicio del Altísimo. Los cristianos son santos por profesión y deben conservarse limpios para preservación.

© 2018 La Biblia Continental. Todos los derechos reservados. Diseñado por Creating Destiny Graphics. Biblia Reina Valera 1960 y El texto bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960® es una marca registrada de American Bible Society, por lo cual se puede usar solamente bajo licencia.