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Los débiles en la fe 14:1-23

Romanos 14:2-3
“Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido”


Pablo ilustra la fortaleza y la debilidad de la fe entre los creyentes. “A algunos su fe les permite comer de todo” (NVI CST). Aquí “fe” se refiere al conocimiento y persuasión íntima de que las distinciones judaicas sobre carnes no existen en esta dispensación, por cuyo conocimiento, si se tiene, se puede comer cualquier clase de comida con acción de gracias y sin escrúpulos. Dios en el Antiguo Testamento (Lv 11) había prohibido comer carne de algunos animales llamándoles “impuros”. Pero el creyente “maduro en su fe” tiene una comprensión completa del significado de la muerte y resurrección de Cristo como fin del antiguo régimen de sombras y principio de la nueva creación, como dice Pablo en 2ª Co 5:14-18. Además, nuestro Señor Jesucristo declaró “limpios todos los alimentos” (Mr 7:19). Por lo tanto, ahora el creyente maduro disfruta de libertad en Cristo (Ga 5:1).

“Comer de todo” nos remonta a cuando Dios creó al hombre y le dio hierba verde para comer y también del fruto de los árboles (Gn 2:16), menos del “árbol de la ciencia del bien y del mal”. Después del diluvio Dios le proporcionó al hombre por comida “todo lo que se mueve y vive” (Gn 9:3).

“Comer legumbres” se refiere a los creyentes que se convierten en vegetarianos creyendo que la carne de animales no se debe ingerir por ser dañina al cuerpo. Muchos cristianos judíos se hacían vegetarianos antes que correr el riesgo de comer carnes prohibidas o inmundas, que pudieran haberse ofrecido a los ídolos. Creían que las antiguas leyes eran obligatorias para todos los que seguían a Jesucristo. Esto revelaba que eran cristianos flacos en su fe. Pablo, hablando de los falsos maestros en los postreros días, en 1ª Timoteo 4:3-5 dice: “y que prohíben tanto el matrimonio como el uso de ciertos alimentos, siendo así que Dios ha creado estas cosas para que los fieles, que conocen la verdad, disfruten de ellas dándole gracias. Pues todo cuanto Dios ha creado es bueno, y nada hay que sea pernicioso si se come dando gracias. Todo lo santifica la palabra de Dios y la oración”. El seguidor de Jesucristo no debe abstenerse de carne pues Dios ha purificado todo alimento.

El apóstol hace referencia a un principio fundamental entre los miembros del Cuerpo de Cristo: NO MENOSPRECIAR NI JUZGAR al hermano en la fe. El fuerte en la fe no debe menospreciar (arrogantemente tener en poco) al débil. Y el débil no debe juzgar (criticar) al que come de todo. La razón de este principio es que ambos, fuertes o débiles somos miembros los unos de los otros en el Cuerpo de Cristo. Si algo debe prevalecer entre nosotros es la UNIDAD y el AMOR.

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