LBC Menú
Capítulos:
es decir, las huestes de maldad en las regiones celestes (Ef 6:12); aquellos ataques frontales del reino de las tinieblas: choques de poder, conjuros, hechizos, maldiciones, etc. Llámese también, magia, ocultismo, espiritismo, espíritus causantes de toda una sarta de condiciones deplorables en nuestra contra, ya sea de inmoralidad, de divisiones, de celos, contiendas, iras. etc.
También condiciones meteorológicas adversas, tormentas en alta mar, lluvias torrenciales, nieve y granizo; también averío de máquinas y ataques directos de personas poseídas por demonios, etc. Imposible sería enlistar todo, por eso el Apóstol recurre a generalizar diciendo: Ni lo presente…. Ni lo porvenir, ni ninguna cosa creada. Ninguna de estas cosas puede separarnos del amor de Dios, si cada uno de nosotros nos mantenemos unidos a Cristo (Jn 15:1-7). Es por tanto nuestra fe la que vence al mundo (1 Jn 5:4) y al reino de las tinieblas (1 Jn 2:13; 4:4); mientras que a los apetitos de carne los hacemos morir (Col 3:5), al no proveer para ellos (Ro 13:14). Nuestra victoria consiste, como también es resumido en Apocalipsis 12:11, “por medio de la sangre del Cordero.