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…la iglesia oraba constante y fervientemente a Dios por él"(NBD) La expresión griega ‘sin cesar’ lleva implícita la idea de intensidad, perseverancia y fervor. "Fervientemente" es un adverbio muy intenso, (Lc 22:44). La palabra proviene del griego etkenos y habla de intensidad, de alguien extendiéndose todo lo que puede por algo. Es decir, que demuestra que a nuestro corazón le importan apasionadamente las cosas que a Dios le importan. Muchas de las oraciones carecen de poder porque les falta fervor. Con frecuencia se ora con la actitud de querer que a Dios le importe algo, que al que ora realmente no le importa mucho. (Ro 15:30, Col 4:3, Ef 6:18)
La oración eficaz del justo puede mucho, (Stg 5:16), y si muchos justos se unen a orar, mucho más resultado se obtendrán. Mientras Pedro sufría las cadenas, la iglesia sufría con él, de rodillas en oración. Agonizaban en oración y Dios empezó a obrar. “Espere grandes cosas de Dios. La oración fervorosa libera el arsenal del cielo para que venga en ayuda del hombre. Cuando el Dios Todopoderoso recibe el incienso de sus oraciones, ¿Por qué no esperar grandes cosas de parte de Dios como respuesta?” (El Arte perdido de la Intercesión, Ed. Peniel, de Jim W. Goll, pág. 139 )