LBC Menú
Capítulos:
El Dios de la biblia, es el Dios de las promesas, cada narrativa y pasaje de esta palabra, esta insertado en el marco de un proceso divino para que se vayan cumpliendo sus pactos. En este caso, el tiempo de la promesa se refiere al pacto abrahámico, porque Dios llama las cosas que no son como si fuesen. Pablo lo expresa magistralmente en Romanos 4:17-19 : 17
La obra y los propósitos de Dios siempre han tenido y tendrán enemigos, la lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados y potestades, en ocasiones se manifiestan a través de las instituciones terrenales como son los imperios políticos. En este caso, el faraón de Egipto, desconoció totalmente la trayectoria de José y su legado de servicio a su patria y endureció su corazón para perseguir y atacar frontalmente al pueblo ya multiplicado de Israel. Estaba en ciernes la creación de una gran nación, pero ésta no se iba a dar de manera sencilla y pacífica. Ayer como hoy, la obra de Dios así se desarrolla y Esteban estaba a punto de comprobar la maldad disfrazada de religión y de sellar con su muerte el mandato de Cristo: “… me seréis testigos…” en el original griego significa mártir, (del gr. marturés, testigo).
Las diferentes denominaciones pentecostales que nacieron en el siglo XX, surgieron en el contexto de un movimiento de avivamiento, donde el Espíritu Santo fue el principal protagonista, primero bautizando con poder a aquellos grupos de cristianos anhelantes de un refrigerio espiritual, en Topeka, Kansas primero y después en un establo de la calle Azusa de los Ángeles, CA. Un personaje central de este movimiento fue William J. Seymour el cual sirvió como "catalizador del movimiento pentecostal” al principio del siglo 20. Así que, la promesa hecha por el Señor Jesucristo a sus discípulos: “Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí” (Hch 1:4) una vez más se cumplió.
Definitivamente, la lectura que los pentecostales hacen del Libro de los Hechos es diferente a la de algunos grupos de cristianos, los primeros reconocen que, como afirma Robert P. Menzies, la historia de pentecostés, “es nuestra historia”. Asimismo, Menzies sigue diciendo:
“Los pentecostales siempre hemos leído la narrativa de Hechos, y en particular el registro del derramamiento pentecostal del Espíritu Santo (Hechos 2), como modelo para nuestra vida. Las historias de Hechos son nuestras historias: personas pecadoras llamadas a testificar de Jesús con valentía ante una gran oposición; historia de aldeanos que perseveran en medio de gran sufrimiento; historias de los poderosos adversarios demoníacos que procuran desalentar y destruir. Los pentecostales por todo el mundo se identifican con estas historias, sobre todo porque muchos enfrentan desafíos similares.2
El bautismo en el Espíritu Santo con lo que le acompaña: el ejercicio de los dones espirituales, el fruto del Espíritu y su ímpetu misionero, complementan el cuerpo de doctrinas cardinales del pentecostalismo mundial, el cual es una de las expresiones del Cuerpo de Cristo con un crecimiento exponencial reconocido por propios y extraños.
2Menzies, P. Robert, Pentecostés, Esta Historia es Nuestra Historia. (Springfield, Mo.: Gospel Publishing House, 2013), 22.