El aspecto que se destaca en esta parte es el evangelismo personal, Felipe no le estaba predicando a grandes masas, sino a una persona en particular. Muy probablemente, este etíope debió haber sido un hombre temeroso de Dios, ya que había ido a Jerusalén a adorar, es decir, en este hombre, Dios mismo había preparado el terreno para que recibiera la palabra por parte de Felipe y a través de él, hombre de influencia, muchos en Etiopía.

Felipe comenzó haciendo preguntas, -¿entiendes lo que lees?, Y esta siempre es una buena forma de romper el hielo para iniciar una plática espiritual, muchas veces no es tan sencillo, pero toda conversación puede llevarse a un tema espiritual. La palabra de Dios menciona a una joven esclava, que se atrevió a hablarle al comandante Naamán el sirio acerca del poderoso Dios de Israel, y lo llevó a tener un encuentro con Él. En la biografía de John Wesley, se hace referencia a un humilde criado cristiano caracterizado por un carácter alegre y noble, que ejerció gran influencia sobre él.

La lectura del etíope se refería a un mesías sufriente, un tema que los judíos difícilmente aceptaban. Ellos sabían que su mesías vendría como vencedor, como alguien tan poderoso que los libraría de la opresión extranjera, por ello, no cabía en su entendimiento la idea de un mesías que viniera a padecer, sin embargo, estos pasajes adquirieron relevancia en la Iglesia, debido a que Jesús señaló que tenían relación con él. Vemos aquí, que el tema es Jesús, En las conversaciones siempre debe ser así, el mensaje es Jesús, y todos los aspectos que se refieren al cristianismo se refieren a Su identidad y a Su obra. De manera, que el creyente, a fin de estar en condiciones de “ofrecerles a Cristo” como decía Wesley, necesita estar preparado para el evangelismo personal, y para ello se necesita profundizar la relación con él, así como entender intelectualmente el significado de su Palabra.