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La expresión: pero siendo Galión procónsul… da a entender que su nombramiento era reciente, por lo que los judíos que habían quedado en la sinagoga aprovecharon el nombramiento de Galión como procónsul de Acaya
para presentar su caso ante la nueva autoridad. La promesa divina de que nadie tocaría a Pablo se mantuvo fielmente, pero no implicaba ausencia total de tribulaciones.
El tema en cuestión era Dios y la ley, pero no la ley romana como podría pensarse, sino la ley judía, pues en cuanto Pablo comienza a explicar este asunto, la reacción de Galión es muestra de que no tiene nada que ver con el magistrado y leyes romanas. La indiferencia con la que el procónsul trató el tema puede ser vista como desdén, pero los judíos eran famosos en todo el imperio por el firme apego a sus tradiciones, las cuales estaban garantizadas por el derecho romano pero no eran del todo entendidas por los administradores del imperio. Esto llevaba a una actitud de poca tolerancia a sus constantes quejas; por lo que no es de sorprender que en cuanto supo que el tema tenía que ver con la religión, Galión prefirió no involucrarse en el mismo.
este Galión, era hijo de Séneca el retórico y hermano de Séneca el filósofo, tutor de Nerón, y es quizá el único representante de Roma que actuó con estricto apego a las leyes en el tema de Pablo y su predicación, dando así libertad de culto a la iglesia en Corinto.
El tema de unos griegos golpeando al principal de la sinagoga es motivo de reflexión, pues ya se había mencionado un principal de la sinagoga en Crispo. Muy probablemente Sóstenes ocupó su lugar en la misma, pero el hecho de que sean los griegos quienes lo golpean y que un Sóstenes sea mencionado en la primera carta de Pablo a los Corintios (1 Co 1:1) deja la duda de si este personaje de Hechos era amigo o contrario de Pablo en la escena que nos ocupa.
Es de suponer que en este pasaje estuviese entonces como el enemigo de Pablo, pero ésta o quizá otra experiencia lo llevaron a convertirse al evangelio y con el tiempo a ser un colaborador del apóstol. A través de los siglos, enemigos del evangelio se han convertido al Señor y con el tiempo han redimido sus faltas siendo unos fieles defensores de la causa. Al mencionarlo Pablo, como su compañero, en su primera Carta a los Corintios (1:1) revela el alto honor en que lo colocó. Alabado sea el Señor por tantos líderes fieles que desempeñan honrosos ministerios en las iglesias locales y tal vez un día serán mencionados, sino en esta tierra, sí en el tribunal de Cristo, al ser premiados.