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Pablo, bajo el criterio de las autoridades romanas al que fue expuesto, es enviado a Italia junto con otros hombres que habían infringido la ley, probablemente sentenciados a ser exhibidos en el circo romano para pelear con fieras llamados bestiaari, bajo el mando de un oficial romano de nombre Julio encargado de una centena de soldados que a su vez pertenecía a una compañía de soldados de nombre Augusta (palabra que significa venerada) que servía en trabajos asociados al emperador y las provincias conquistadas.
Es de notar la provisión divina para Pablo, en todas las áreas a fin de desarrollar el ministerio apostólico (Hch. 9:15,16). El primer ejemplo de lo anterior es la provisión de un hombre de experiencia militar, pero amable con el apóstol como lo fue el centurión de nombre Julio, que había sido comisionado para la protección de Pablo hasta el arribo a Roma. También es acompañado del macedonio Aristarco de Tesalónica ( Hch 19:29; 20:4, Col 4:10; Filemón v.24) quién probablemente se hizo pasar por esclavo de Pablo, ya que solo de esa manera podía ingresar al barco según la ley romana.
Es de mencionar la importancia de la compañía de Lucas, quién narró vívidamente el drama del que es considerado para algunos eruditos bíblicos el cuarto viaje misionero. Al inicio de la narración de esta porción histórica Lucas usó de continuo, verbos en primera persona del plural (hemas, nosotros) lo que indica que era parte del grupo que estaba con Pablo en la travesía. De este modo empezó el último viaje del venerable apóstol al subir a un barco en el puerto marítimo de Adramitio de Misia, provincia romana.
En los últimos capítulos del libro de Los Hechos (Hch. 27:1-28:16), Lucas escribe un documento altamente descriptivo con términos de navegación antigua que ha sido encomiado por hombres conocedores del tema. Lucas no era versado en la ciencia náutica, sin embargo, luce como un experto citando términos utilizados en la práctica de la navegación antigua de la que fue testigo experiencial. Algunos comentaristas piensan que ejercía como cirujano de mar.
Cabe mencionar que el centurión nombrado en este pasaje tenía bajo su mando a 100 soldados y recibía órdenes de un tribuno y a la vez formaba parte de una compañía que estaba compuesta de 600 soldados, en este caso llamada la compañía Augusta.