LBC Menú
Capítulos:
Festo buscaba ayuda para tener argumentos que apoyaran su veredicto o el motivo por el cual enviaba un preso a Roma. Fue tal su narración que Agripa II sintió el deseo de escucharlo.
Sin perder tiempo Festo aseguró que al siguiente día lo escucharía.
Al siguiente día se reunió mucha gente importante que estaba en Cesarea para escuchar “al predicador más elocuente de la época”, quien comenzaría a hablarles de ese Dios no conocido. Los reyes vistiendo sus ropas reales color púrpura, su corona de oro relucientes y hermosos collares, venían acompañados de todo su séquito real. Josefo afirma que cinco cohortes de soldados -mil soldados cada una- se encontraban en Cesarea, protegiendo a los representantes romanos y líderes de la ciudad.
El único que iba con su túnica de preso era Pablo, sin embargo todos los ahí reunidos tenían un especial interés en escucharlo hablar de ese Cristo que los judíos decían que estaba muerto y él aseguraba que estaba vivo.