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Capítulos:
He aquí los argumentos del hermano menor de Jesús, que nadie objetó:
1.Argumento histórico. “Dios visitó por primera vez a los gentiles”. Retomando la narración del apóstol Pedro, Jacobo acude al hecho comprobable e irrefutable de la experiencia de salvación y llenura del Espíritu Santo que vivieron en la casa de Cornelio aquellos gentiles, no por boca de un seguidor de Jesús desconocido, sino por uno de los tres del círculo íntimo de Jesús y de un marcado liderazgo dentro de la iglesia, Simón Pedro. La historia, los hechos, no son cuestionables. Esto sucedió a vista de todos.
La Biblia Scofield comenta: “Desde el punto de vista de las dispensaciones, este es el pasaje más importante del Nuevo Testamento”.
2.El argumento bíblico. El argumento histórico es consolidado al conectarlo con las profecías bíblicas sobre los gentiles. La relación es clara e incuestionable. La cita utilizada por Santiago es Amós 9:11,12, en donde se menciona el tabernáculo caído de David; su uso en este pasaje no puede ser desviado hacia otro tema que no sea la salvación de los gentiles, pues ese es el asunto que se debatía.
El tabernáculo de David, no es entonces la restauración de la alabanza como mal se ha interpretado por algunos grupos; sino la renovación de la descendencia del rey David por medio del Mesías, bajo quien el resto de los hombres, los gentiles, tendrían acceso a la salvación que Dios ofrece.
3.Propuesta final. Con tales argumentos, la seguridad de Jacobo es completa. “Yo juzgo”; en palabras más legislativas: “propongo”, bajo la dirección del Espíritu Santo (v.28). Hay que notar que su propuesta es conciliatoria, pues llevaría a que los creyentes gentiles a elevar sus estándares morales al abstenerse de ciertas actividades ofensivas para los judíos, que tal vez habían practicado en los templos paganos, como el sacrificio de animales, la fornicación y la idolatría. Sosteniendo el fundamento bíblico, apoya totalmente la libertad de los gentiles para ser excluidos de toda carga de la Ley de Moisés; pero, por otro lado, ofrece pedir a los gentiles el cumplimiento de leyes que convenían a la vida saludable de la naciente iglesia.
a.Contaminación de ídolos. Dios es uno, no hay más. El monoteísmo de los judíos sería también ahora parte del cristianismo de manera indivisible.
b.Fornicación. La vida de santidad separa de toda fornicación y lleva a la santidad del matrimonio, es decir toda relación sexual debe darse en ese marco.
c. De ahogado. Lo estrangulado, es decir, al matar un animal se debe derramar su sangre. Levítico 17: 13, aun pedía que se cubriese con tierra.
d.De sangre. Levítico 17:10,14 habla de no comer sangre. “…no comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre”
Las implicaciones de esta expresión pueden ir no sólo en el sentido literal de no comer aquello que tiene sangre, lo cual está más que comprobado por la ciencia médica moderna que trae daño al cuerpo; es decir, es una ley de higiene (Lv 17:10-16). Pero también lleva al valor de la expiación de los pecados de la humanidad realizada por medio de la preciosa sangre de Cristo.
Afirman los expertos que se desconoce porque Jacobo invocó a Moisés y la profusa proclamación de la ley. Tal vez se refirió a los judíos de la diáspora, es decir a los que estaban esparcidos por los países y que hacían conocer la ley de Moisés entre los gentiles, mediante lecturas públicas de las Escrituras en las sinagogas.