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El discurso de Pablo en el Areópago está lleno de recursos valiosos de oratoria, teología y herramientas de la comunicación, todas los cuales, son valiosos instrumentos que hábilmente esgrimió, para lograr el objetivo que lo tenía en el centro de aquel espacio de discusión: predicar a Cristo.
En sí es un modelo de sermón temático:
Introducción. En ella, apela a la ciudad y sus costumbres, demostrando así que tiene un interés genuino por la misma. La conoce, ha recorrido sus calles y plazas, se ha introducido entre su gente y ha llegado a conclusiones que no contradicen los atenienses: son un pueblo religioso.
Presentación.
“AL DIOS NO CONOCIDO”. Por temor, los atenienses habían construido un altar a un dios que ellos no conocían y no querían ofender, junto a los numerosos dioses de la mitología greco-romana. Por si existiera sin que ellos lo supieran.
Pablo, como un verdadero maestro, utiliza ese contexto para presentarles al verdadero Dios que no conocían, y quien es:
1. Creador y dueño del todo el universo. No hay otro Dios y Señor, es uno solo, y se basta a sí mismo para crear y sostener todas las cosas que existen, lo que incluye al hombre, de quien no necesita absolutamente nada. Esta declaración parece incluso ir en consonancia con la creencia sobre los dioses que tenían los griegos, pues consideraban ellos que aquellos personajes de su mitología eran poderosos y absolutamente ajenos al hombre.
2. Creador de los seres humanos. El argumento de la creación del hombre sustentó la teología que posiciona al hombre en un lugar de preferencia. Empezando por afirmar que todos fueron hechos iguales, lo cual es ya de por sí un reto a la sociedad de esa y de todas las épocas que denigran, minimizan y en su caso esclavizan a algunos por ser diferentes en color, estatura, peso o condición económica.
Dios hizo al hombre y puso en él el deseo de buscar a su creador, afirmando de esta manera que todas aquellas expresiones religiosas de los griegos no son otra cosa más que el anhelo de su corazón de encontrar a Dios, quien, por cierto, no está tan lejos como pudiera pensarse. Aquí Pablo rompe relación con la mitología griega afirmando que el Dios que creó al hombre no solo lo creó igual, sino que a todos les dio esta misma característica de desear buscarlo y encontrarlo para establecer una relación con Él, contrario a los dioses griegos y romanos de naturaleza áspera y distante con la humanidad.
3. Linaje y destino de la raza humana. No constituye panteísmo alguno la expresión de Pablo. La frase “en él vivimos y nos movemos y en él somos”, la utiliza el apóstol para mostrar la total incapacidad del hombre de escapar de la soberanía de este Dios y la necesidad latente en cada ser humano de encontrarse con su creador, pues de Él venimos y hacia Él desea ir el espíritu humano.
La redacción en castellano parece mencionar una sola cita de un poeta griego, pero en realidad son dos: la frase “en él vivimos y nos movemos y en él somos” es original de Epiménides de Cnosos, del siglo VI a. C., originario de la isla de Creta, famoso por sus “dotes proféticos” y por su “paradoja del mentiroso”. Y la expresión “porque linaje suyo somos”, pertenece al poeta del siglo III a. C., Arato de Cilicia tomada de su libro Fenómenos. La cita de filósofos griegos no es exclusiva de este discurso de Pablo, con lo que demuestra un amplio bagaje cultural que le permitió conectarse con la cultura griega y con sus oyentes.
Conclusión. Presentados los argumentos, el cierre de Pablo no puede ser otro. Este Dios, creador, dueño y destino del hombre desea recuperar la relación con sus criaturas que se han perdido a causa del pecado. Y ordena a todos que se arrepientan de sus caminos errados, a través de la obra de su Hijo, quien ha resucitado de entre los muertos. Para que esto ocurriese, era necesario que tal Hijo padeciese y se entregara en un sacrificio por toda la humanidad y es por este motivo que ahora tiene autoridad para juzgar al mundo.