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Apocalipsis

Apocalípsis
Los dos testigos, Ap 11:1-14

Apocalípsis 11:1-2 “Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él. 2 Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses”.


El relato inspirado sobre el tiempo del fin en el libro de Apocalipsis presenta una serie de sellos, trompetas y copas, anunciando los juicios, (desde el capítulo 6 hasta el 16). Dentro de esta narrativa, el capítulo 11 continúa el interludio (intermedio) que comenzó en el capítulo 10 mencionando al ángel del librito y el capítulo once, que se estudia ahora, hablando de los dos testigos.


El rechazo a Cristo por Israel (y la destrucción de Jerusalén), y exactamente la muerte de Cristo en el calvario marcó el momento en el que el reloj profético se detuvo. Ahí concluyeron las sesenta y nueve semanas. Daniel profetizó acerca de setenta semanas, y hasta la muerte del Mesías se cumplieron las sesenta y nueve semanas. Pero aún falta la última semana por cumplirse que equivale a siete años, un año por día, a fin de que se cumpla toda la profecía de las setenta semanas, para terminar con la prevaricación y poner fin al pecado. Y para ello se va a edificar Jerusalén, la plaza y el muro. “Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador” (Dn. 9:27).


Será hasta que termine la dispensación de la iglesia, después del rapto, al concluir el período de la gracia para los gentiles, cuando se inicie la semana setenta y el reloj profético comience a moverse. Este es el período contemplado en este capítulo once, que se iniciará con el tratado que firme el anticristo con el pueblo de Israel (Dn. 9:27), como muchos comentaristas piensan, además de la posibilidad de que el templo en Jerusalén sea reconstruido poco antes del rapto y que en cuanto se concluya la reconstrucción, se inicien los sacrificios y los dos testigos empiecen a predicar.

En 1948 la ONU reconoció a Israel como nación, en 1967 los judíos reconquistaron parte de Jerusalén después de la guerra de los seis días; pero aún el espacio donde estaba el templo de Jerusalén se encuentra ocupado por una mezquita musulmana. Muchos judíos ya han regresado a Israel, pero aún faltan muchos más.


Una vara de medir: Juan ahora recibe una caña semejante a una vara de medir. En la visión de Ezequiel la vara que se usó para medir era de tres metros aproximadamente (Ez. 40:5). Se le dio para medir el templo de Dios, el altar y los que adoran en él. Medir el templo de Dios implicaba que Dios era su dueño (Ap. 21:15; Zac. 2:1-5) incluye solo el lugar santísimo y el lugar santo, no todo el complejo del templo, que era muy amplio, junto con el patio que se deja a los gentiles.


el altar, y a los que adoran en él. Se trata del altar de bronce que estaba en el atrio y no en el altar del incienso que estaba en el lugar santo, a donde solo los sacerdotes podían entrar (Lc. 1:8-10) B. MacArthur p.1860.


el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, esto significa que por cuarenta y dos meses se les dejará a los gentiles realizar los sacrificios. El señor Jesús les profetizó a sus discípulos sobre este tiempo (Lc. 21:24). Daniel también dice que se levantará un gobernante que hablará palabras contra el Altísimo y quebrantará a los santos de Dios (Dn. 7:25; Ap. 13:5-7).


hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses. En el siguiente capítulo se narra de como la mujer huirá al desierto donde será sustentada por mil doscientos sesenta días; es el tiempo que los gentiles estarán hollando la ciudad y el templo (12:6, 14). En tiempo de Antíoco Epífanes, rey de Siria (169 a.C.) se cumplió primero esta profecía, pues fue un gobernante impío que ordenó la profanación del lugar santo, suspendió la ofrenda del sacrificio diario y erigió la estatua de uno de los dioses paganos en el altar del holocausto, obligando a los judíos, so pena de muerte, a sacrificar a los ídolos. Esa triste historia es similar con lo que ocurrirá en el futuro.

Nota Histórica

A lo largo de la historia del pueblo de Israel, se han construido varios templos, el primero fue móvil, llamado el tabernáculo de reunión. Dios dio a Moisés las indicaciones precisas para su construcción, medidas y materiales, capacitó a los artífices para la obra (Ex. 26; 40).
En el cuarto año del reinado de Salomón se inicia la construcción de un Templo permanente, anhelo que había sentido David, su padre (2 S 7:1), quien había reunido muchos materiales para su construcción. Siete años se llevó el proyecto (1 Reyes 6). Tristemente, siglos después fue destruido e incendiado por los babilonios, bajo Nabucodonosor (2 R 25:8,9) y la gran mayoría de judíos fueron llevados cautivos.


Al año segundo y dos meses del regreso del exilio en Babilonia, bajo Zorobabel y el sacerdote Josué, se inicia la reconstrucción del templo (Esd. 3:7-13). Con el apoyo del rey Ciro fue posible la construcción ya que el dio la orden acerca de la casa de Dios, además de devolver los utensilios de oro y plata. El arca del pacto ya había desaparecido. (Esd. 6:3,4)


Un poco antes del nacimiento de Jesús, se inició la ampliación y embellecimiento del templo, bajo el Rey Herodes (Jn. 2:20). En este templo fue presentado Jesús y fue el santuario que Jesús limpió en dos ocasiones (Mt. 21:12-16; Jn. 2:13-21) y dentro del mismo cuando el Señor fue crucificado, el velo se rasgó en dos. Jesús había profetizado su destrucción (Mt. 24:1), lo cual se cumplió en el año 70, cuando también fue incendiada y destruida Jerusalén y el templo.


El templo en los días de la gran tribulación será construido en el mismo lugar, en el espacio que actualmente ocupa una mezquita musulmana. Kittim Silva dice: “Dios ha de tener que intervenir milagrosamente para que regresen los judíos… y se les conceda tomar posesión de esta área”.

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