LBC Menú
Capítulos:
Israel es representado con frecuencia como una madre a punto de dar a luz (cp. Is. 26:17,18; 54:1; 66:7-12; Os. 13:13; Mi. 4:10; 5:2,3; Mt. 24:8). Anheló por muchos siglos la llegada del Mesías y cuando éste llegó no lo aceptó en la persona de Jesús. “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron” (Jn. 1:1). Al rechazarlo, tuvieron que escuchar sus palabras recriminatorias: “Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” (Jn. 3:19). Al rechazarlo y crucificarlo, acarrearon sobre ellos y sobre sus hijos un permanente rechazo del mundo que continuará hasta la tribulación, en donde algunos comentaristas creen que morirá un alto porcentaje de la población judía (Is. 10:21-23; Ez. 11:17-21; 20:34-38, Zac. 13:8,9; Ro. 9:27,28) B. Estudio Pentecostal. p. 1873.
Cuando el Hijo de Dios tomó forma humana el perverso rey Herodes intentó de inmediato destruir al niño Jesús (Mt. 2:13-20). El deseo de Herodes de dar muerte a este “Rey”, a quien vio como un peligro para su trono, fue motivado por Satanás (el dragón escarlata).
La mujer recibió una maldición al desobedecer a Dios y atender al primer ataque de la serpiente, “Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos;” (Gn. 3:16). La nación judía ha sufrido estos dolores muchas veces.
El pueblo de Israel desde Abraham hasta el nacimiento de Cristo padeció invasiones, cautiverios y cuando Jesús nació estaba bajo el dominio de los romanos. El pueblo constantemente sufría los embates del enemigo, quién buscaba desparecer del mapa al pueblo de Dios, todo el Antiguo Testamento lo muestra. En Egipto también el enemigo quiso acabar con el pueblo de Israel y por orden del Faraón, se mataban a todos los varones que nacían de las mujeres judías.
El versículo 5 muy bien pudiera unirse a éste, para dar continuidad al nacimiento del niño.