En este capítulo se le dan tres títulos al Señor Jesucristo para mostrar que era el único digno de abrir el rollo.

1. El León de la tribu de Judá, (Gn 49:9,10) Dios puso a Saúl por rey de Israel, para que el pueblo se disciplinara, pues ellos lo habían pedido, pero proféticamente correspondía el cetro a Judá, y de su tribu saldrían todos los reyes. El león simboliza la dignidad, soberanía, valentía y victoria.
2. La raíz de David de la tribu de Judá salió David y del linaje de David humanamente llegó Jesús, (Isaías 11:1) “Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces”, bíblicamente ya estaba profetizado. Pero hablando espiritualmente Jesús es la raíz de David, (ver comentario Mt 22:41-46) Cuando Jesús le presentó a los fariseos el problema, preguntándoles si el Mesías podía ser el Señor de David y también su hijo, ellos no pudieron o no quisieron contestarle. Conocían el Salmo 110 que hace al heredero del rey David, también su señor.
3. Un Cordero como inmolado, Juan no vio un león como le dijo el anciano, sino un cordero, palabra que aparece en veintiocho versículos de este libro y 31 veces en toda la Biblia. El tema del Cordero es importante porque se refiere a la persona y obra de Jesucristo el Salvador de mundo. Génesis 22:7 cuenta la conocida pregunta de Isaac a su padre: “habló Isaac a Abraham…..padre mío….¿dónde está el cordero para el holocausto?” la respuesta la dio Juan el Bautista “…he aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29).
   El Apocalipsis es el único que usa la palabra griega arnion, corderito, un diminutivo que habla de la inocencia, la pureza y solo lo hace para referirse a la persona de Jesucristo. Pedro presenta una similitud entre “…la preciosa sangre de Cristo como la de un cordero sin mancha y sin contaminación” (1 P 1:19); Una gran cita para los creyentes es Isaías 53:7 “Como cordero fue llevado al matadero” y Jeremías 11:19 “…Yo era como cordero inocente que llevan a degollar.” El autor del libro presenta al cordero como el perfecto y digno para recibir ese rollo.
   Este Cordero tiene siete cuernos que simbolizan el poder perfecto para acornear a los pueblos hasta los fines de la tierra, hasta destruirlos (Dt 33:17) estos son diferentes a los cuatro cuernos que dispersan al pueblo de Israel y Judá (Zac 1:18-21) y también son diferentes a los de Daniel Caps. 7 y 8. Jesucristo el Cordero Inmolado tiene siete cuernos porque Él tiene el completo y perfecto poder pues venció a la muerte. Su muerte en la cruz fue victoriosa, redituándole el triunfo al presentarse como un sacrificio santo y agradable; Él derrotó a todo enemigo, resucitó y ascendió al cielo. Tiene siete ojos que representan la perfecta sabiduría y siete espíritus que representan la perfecta presencia en toda la tierra. Los teólogos llamarían a estas cualidades omnipotencia, omnisciencia y omnipresencia; y los tres son atributos de Dios. ¡Aleluya!, el Cordero es Dios el Hijo, Jesucristo.
   El cordero está en el medio en el cielo, Él es el centro de todo lo que pasa en el cielo. A su alrededor están los ángeles, los cuatro seres vivientes, así como los veinticuatro ancianos, representando a toda la creación que le adora y desde luego todo el pueblo que redimió para Dios con su sangre preciosa.
   Como inmolado, el Cordero conserva las señales de haber sido sacrificado, como un testimonio vivo y real de que, Él fue quien pagó el precio, que fue Él quien soportó todo el dolor, ahí se encuentra visible esa prueba fehaciente para no dar lugar a dudas.
   Jesús es León y Cordero. León en su forma de dirigir y en su fuerza, y Cordero en su mansedumbre de carácter y su experiencia de sacrificio.