Durante siglos el hombre ha hecho con su vida lo que le ha parecido, y cree que es una mentira que Dios juzgará a la humanidad y a su enemigo el diablo, no se ha dado cuenta que Dios es clemente y misericordioso, lento para la ira y grande en misericordia, que cada día le ofrece la oportunidad de reconocerlo. Pues todo lo que existe ha sido hecho por Dios para su felicidad. Pero un día del que nadie sabe, ni los ángeles del cielo, se derramará la séptima copa con un terrible castigo producto de la ira de Dios, como un justo juicio.

“Esta copa completará la ira de Dios , a excepción del juicio final contra la rebelión al final del milenio (20:7-10) y antecede de inmediato a la segunda venida de Cristo”. (Biblia MacArthur p. 1869).

Cada copa fue derramada sobre algo específico: la primera sobre la tierra, la segunda sobre el mar, la tercera sobre los ríos y las fuentes, la cuarta sobre el sol, la quinta sobre el trono de la bestia, la sexta sobre el río Éufrates y esta última sobre el aire. Las plagas de las trompetas causarán que algunos se arrepientan, pero cuando llegan los juicios de las copas, la gente se rehusa a escuchar y también a arrepentirse. Corroborando, en este capítulo 16 se menciona dos veces que los pecadores se negaron arrepentirse 16: 9,11.

El séptimo ángel derramó su copa por el aire. Se manejan dos líneas de interpretación respecto a “por el aire”; la literal, que considera que es una fuente vital para los seres vivos y que dañada, todos morirán.

Y la espiritual, en la que se considera como lo señala el apóstol Pablo, que se refieres a los poderes de las tinieblas, en donde opera satanás, “el príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia”. (Efesios 2:2)

El ángel que vierte esta copa se encuentra en el cielo y la derrama hacia abajo, si fuese así, son las huestes demoníacas las que van a ser sometidas y al decir se acabó, por fin ya no tendrán estos demonios ningún poder para trastornar a los humanos, ni a la naturaleza.

y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está. La peor calamidad del mundo, se confirma con la expresión “hecho está” gegonen, en griego. Distinta a la expresión de Jesús en la cruz cuando expiró diciendo: tetelestai, que se traduce “Consumado es” (Juan 19:30)

¹⁸Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra. ¡A la presencia de Dios tiembla la tierra! Señal inconfundible que es Jehová de los ejércitos el que habla y actúa.

Por la declaración tajante de este texto, se considera como el terremoto más devastador que se haya sufrido sobre la tierra.