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Capítulos:
La séptima trompeta incluye los siete juicios finales de las copas que se detallarán en el capítulo 16, así como todos los sucesos que conducen a la coronación de Jesús como Rey soberano (cap.19) y al establecimiento del milenio (cap. 20).
Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo. Es triste señalar que la mayoría de los gobernantes a través de los siglos, han seguido el ejemplo del maligno, y han sido hostiles a Cristo. (Sal. 2:2; Hch. 4:26). La rebelión prolongada de esos reinos mundanos terminará con el regreso glorioso del Señor Jesucristo, para derrotar a sus enemigos y establecer su reino mesiánico (Is. 2:23; Dn. 2:44; 7:13,14,18,22,27; Lc. 1:31-33.
y él reinará por los siglos de los siglos. “Y Él reinará por siempre y siempre” (and he will reign for ever and ever) palabras trascendentes del coro parte de “el Aleluya”, en el famoso oratorio de G. F. Haendel, “el Mesías”, estrenado en 1742 que se ha cantado emocionadamente por generaciones.
Y los veinticuatro ancianos… se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios,
Esta escena ya había sido anunciada en los capítulos 4 y 5. Los veinticuatro ancianos dan la gloria y la honra constantemente al Padre y al Cordero inmolado. En las visiones el apóstol Juan va describiendo lo que sucede en el cielo. En el cap. 4 describe las características de los ancianos, su vestuario y su forma de adorar. En el cap. 5 describe la adoración de los ancianos con arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos, pues están encargados de guardar cada oración de los hijos de Dios, además entonaban un nuevo cántico, diciendo: “Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque tu fuiste inmolado, y con tu sangre nos ha redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación… y reinaremos sobre la tierra” (5:9,10) .