En diversos textos del Antiguo Testamento, se narra el día del juicio como un día lleno de fuego: “Porque viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y los que hace maldad serán como estopa” (Malaquías 4:1).

El profeta Isaías dice que el calor del sol será siete veces mayor que en la actualidad (Is 30:26) El profeta Jeremías revela que Dios castigará de acuerdo al fruto de sus obras encenderá los bosques y todo lo que les rodea.(Jr 21:14) El profeta Sofonías dice que ni su plata ni su oro los podrá librar en el día de la ira de Jehová pues la tierra será consumida con el fuego de su celo.(Sof 1:18). También dice que Dios está esperando reunir a todas las naciones y juntar a todos los reinos para derramar sobre ellos su enojo. (Sof 3:8)

En la visión de Juan hay muchos detalles que los profetas no se imaginaban como esto ocurriría. El anciano observa cuando el ángel derrama la copa sobre el sol y éste quema a los hombres, Nunca la ira de Jehová se había mostrado de esta forma. Se producirá un calor insoportable que derretirá los glaciares. Algunos calculan que esto elevaría unos 60m el nivel de los océanos del mundo e inundaría muchas de las ciudades costeras de todos los continentes (Amós 9:5,6)

Una frase que se va repitiendo vez tras vez, “y los hombres no se arrepintieron”. Sentirán los intensos dolores de las úlceras, las quemaduras del sol, sin embargo, su corazón seguirá duro como el de Faraón.