Después de describir el apóstol Juan el panorama general de la batalla (vv 17,18) ahora hace una explicación específica de los actores de la escena y sus posiciones. En la batalla se enfrascarían, por un lado, “la bestia, los reyes de la tierra y a los ejércitos”. El anticristo y su confederación de diez reyes, que le sirven desde el principio de la gran tribulación Dn 2:41) y del otro lado, el Señor Jesús y su ejército celestial. El resultado ya fue descrito en los versículos 17 y 18. No cabe duda de quién será el ganador de la confrontación: Cristo y su ejército. Esta guerra, aunque no marca el final del mal definitivamente si determina el futuro de la bestia y de su aliado, el Falso Profeta

Parte de la triada diabólica, conformada por Satanás, la bestia (el anticristo) y el falso profeta, llegaría a su fin. “anticristo” es una palabra compuesta teniendo como prefijo la preposición “anti” y el sustantivo Cristo. Esta preposición puede tener dos significados: “en contra de”, y “en lugar de”. La bestia o “Anticristo” está “en contra de” y “en lugar de” Cristo. Es una burda imitación de Jesucristo. El otro integrante de esta coalición se describe en Apocalipsis 13, el “falso profeta”. Este realiza señales para conducir a los hombres a adorar a la bestia. El pasaje narrado por Juan indica que estos dos fueron lanzados vivos al lago de fuego (Dn 7:11), destino final para los malvados: “Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta… Estos dos fueron lanzados al lago de fuego que arde con azufre” “El lago de fuego es una zona de fuego que arde sin cesar con un olor nauseabundo a azufre, la posibilidad de salir de este lugar es imposible, el dolor y horror sempiternos son la suerte de los que ahí serán confinados”. (Kistemaker, 577-578).

Todos los seguidores del anticristo gustan la muerte propinada por la espada de Cristo: “Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, …” Aquel que dio su vida por ellos, pero le rechazaron, ahora les condena y como consecuencia tienen la muerte eterna. Aunque por ahora esta gente no recibe su sentencia final ni tampoco es lanzada a su destino final, sí es conducida al infierno, el lugar de espera de su veredicto final, su muerte segunda. En su momento estos también serán lanzados al lago de fuego. Hay que recalcar que todo este grupo de gente inicua, como muestra de su vergüenza, no reciben una sepultura digna, sino que sus cuerpos inertes son devorados por las aves que esperaban el momento para atascarse de carroña. En verdad este es un cuadro de una repugnancia total (Is 66:24).

En este versículo encontramos la diferencia entre el “infierno” y el “lago de fuego”, ya que muchos de los creyentes tienen confusión respecto a estos dos lugares. El infierno es el lugar donde hoy van las personas incrédulas al morir, es decir,un lugar de espera. En cambio, el “lago de fuego” es el lugar final tanto para Satanás y sus ángeles (Mt 25:41) como para todos aquellos que no tengan su nombre inscrito en el Libro de la Vida, incluso, el mismo infierno y la muerte serán echados al Lago de Fuego (Ap 20:14) por eso el apodo a este horrendo lugar: “La Muerte Segunda”.