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Apocalípsis

Apocalípsis 6:15-17 “Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; 16y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; 17porque el gran día de su ira ha llegado; ¿quién podrá sostenerse en pie?”


“Porque el gran día de la ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie? Algunos están vivos, la muerte ha pasado, el dolor y el gemir de la tierra es impresionante en estos momentos, y ante los ojos de los sobrevivientes se acaba el cielo y la tierra. Horrorizados por el espectáculo, los sobrevivientes piden la muerte, pero ellos parecen no tomar en cuenta que no se trata solamente de lo que está pasando a su alrededor, sino de lo que viene después de la muerte: el inminente juicio de Dios, la ira del Todopoderoso, el ajuste de cuentas.


Dios, en su infinito amor, envió a su Hijo a morir por la humanidad y dejó esta revelación sobre los tiempos del fin, para que el hombre sepa que tiene oportunidad de salvarse; pero así como Cristo vino a salvar a toda persona en el mundo, llegará también el gran día de la ira de Dios, cuando su castigo será universal sobre los reyes, sobre los que tienen el control político y la autoridad, sobre los ricos, los que mueven la economía, sobre los capitanes, los que tienen el poder militar, sobre los poderosos, los influyentes, los siervos; pero también sobre los esclavos y obreros y sobre los libres comerciantes y servidores públicos, ninguno estará exento del juicio de Dios. No habrá ni dinero, ni poder o influencia que los libre de todo el desastre.


Si para los que han vivido un terremoto, huracán, tornado o sunami han sido tiempos difíciles, porque no hay suministro de electricidad, agua potable, gas, medios de transporte, ni vías de comunicación, pero hay esperanza de que en otros lugares están bien y vendrán a brindarles apoyo. ¡Qué será en los días del juicio de Dios! En donde todos al mismo tiempo estarán padeciendo, y todos correrán a esconderse en cuevas o peñas. Isaías 13:6-8 dice que las manos de los hombres se debilitarán y desfallecerán en sus corazones, se llenarán de terror y de angustia, como si tuvieran dolores de parto. Sofonías Cap. 1 también describe cómo será el dolor para los hombres en el día del Señor, en donde ni su oro, ni su plata podrán librarlos, andarán atribulados, pues correrán a las cuevas y grietas en las peñas para tratar de esconderse y no podrán. Así como Adán y Eva buscaban esconderse de Dios, no tanto por la vergüenza, sino por su desobediencia; de la misma forma la gente buscará esconderse de Dios, por su maldad, para no ir al juicio.


El querido pastor, Kittim Silva señala cuatro formulaciones: Primero, los habitantes de la tierra reconocerán que los cataclismos y fenómenos de la naturaleza que son experimentados son parte del juicio divino. Segundo, tendrán que admitir, que, aunque no acepten que Jesús es el único que puede quitar los pecados del mundo, Él es el “Cordero”. Tercero, se darán cuenta de que están en los días de la tribulación escatológica. Cuarto, admitirán que ningún esfuerzo humano podrá mantenerlos en pie.


Los sellos muestran el inicio de la semana número setenta de Daniel. En estos pasajes bíblicos se describen los sufrimientos de los que se queden, tanto de los que dijeron ser creyentes, como de los que rehusaron por completo aceptar a Cristo como su Salvador. Nadie puede describir mejor que el escritor bíblico lo que sucederá, y, aunque actualmente, vía satélite, se logren ver las catástrofes naturales, y con dolor se describa como algunos lugares del planeta han sido afectados, cuanto más será en este periodo de tiempo.


Si hoy los cristianos son objeto de burla y menosprecio, esto se debería tener como una bienaventuranza al meditar en lo que se ha comentado aquí. Es tiempo de permanecer asidos al arado y sufrir todo por Cristo, como fieles cristianos.
Que hoy, a diferencia de esas almas, se esté no debajo del altar, sino en el altar, ofreciendo la mejor ofrenda, grata, santa delante de Dios, cumpliendo su voluntad, esperando el gran día del encuentro con el Señor de Señores y Rey de Reyes.

© 2023 La Biblia Continental. Todos los derechos reservados. Diseñado por Creating Destiny Graphics. Biblia Reina Valera 1960 y El texto bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960® es una marca registrada de American Bible Society, por lo cual se puede usar solamente bajo licencia.