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Una vez más, el Señor Jesucristo advierte que su regreso es inminente. La palabra “pronto” (griego: tajís; rápido, repentinamente) aparece 13 veces en todo el Nuevo Testamento, de las cuales, nueve se encuentran en Apocalipsis. Esto nos enseña la enorme importancia de estar alertas y de saber que en cualquier momento el desenlace estará listo. Cuando el Señor advierte: “vengo pronto y mi galardón conmigo” es una clara referencia a una profecía que se aplicaba exclusivamente a Jehová: “He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con Él, y su paga delante de su rostro” (Is 40:10). Cristo ahora entregará la recompensa a cada uno según haya trabajado por el Señor. “Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa”, declaró Pablo. (1 Cor 3:14). Todo lo que haya dado gloria a su nombre será recompensado (Mt 25:21,23; 2 Co 5:9; Fil 3:13,14; 1 Ts 2:19,20; 2 Ti 4:7; Stg 1:12; 1 P 5:4).
La presentación inicial con la que se introdujo el Señor a Juan (1:11) se repite: “Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último”. Esta tríada de endíadis contiene tres títulos que sólo el Dios verdadero puede ostentar. El primero: “Alfa y Omega” sólo se usa cuatro veces en Apocalipsis (1:8,11; 21:6; 22:13); el segundo “principio y fin” se aplicaba en el Antiguo Testamento sólo a Jehová (Is 41:4;44:6;48:12), y ahora también al Señor Jesús, mostrando así la eternidad de quien posee estos títulos.
“Bienaventurados los que lavan sus ropas”. Ésta es la última de las siete bienaventuranzas que aparecen en Apocalipsis (1:3; 14:13; 16:15; 19:9; 20:6 y 22:7). La primera (1:3) es una hermosa bendición para el que lee, para el que oye y para el que obedece. La acción de “lavar sus ropas”, representa a los que han recibido el perdón de sus pecados porque han sido limpios por la sangre del Cordero, en su sacrificio expiatorio (Heb 9:14; 1 P1:18, 19). (B.MacArthur p. 1879)
Se recalcan dos grandísimos privilegios para los redimidos: pueden “comer del árbol de la vida y pueden entrar por las puertas de la ciudad”. Recordar lo que se dice al principio de este capítulo: “estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto…” El árbol de la vida producirá doce cosechas al año una por mes. Y que las hojas del árbol eran para la salud de las naciones (salud: NVI)
15Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.
Casi ni quisiéramos leer este recordatorio en medio de tanta belleza, pero el Espíritu lo consideró muy importante como una final advertencia.
El sustantivo perros, increíblemente se interpreta de varias maneras:
a. Simboliza la repugnante y ofensiva inmundicia de todos aquellos que rechacen la limpieza de la sangre del Cordero, (H.Lockyer en su Apocalipsis: el drama de los siglos, p. 243).
b. Representa a todos aquellos que pervierten la doctrina. (B. Vida Plena p. 1703, comentando Filipenses 3:2).
c. Se refiere a la prohibición de Deuteronomio 23:17,18 sobre los sodomitas, (impuros, sucios , Ap 22:11; Fil 3:2) nombrándolos con este sustantivo.
“y todo aquel que ama y hace mentira”. La Biblia de Estudio de la Vida Plena pág. 1889, hace notar que en los dos últimos libros de la Biblia se enfoca el tema de la mentira; además, dice, como el último pecado que se condena. Se menciona tres veces a los que viven en falsedad: en 21:8; en 21:27 y aquí en 22:14, resaltando “todo aquel que ama y hace mentira”. Recordando que fue una mentira la que ocasionó la caída de la humanidad (Gn 3:1-5; cf Jn 8:44). Esas solemnes palabras deben servir de advertencia a todos los creyentes que piensen que Dios tolera la mentira y el engaño.
16Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Interesante es notar que el término iglesia que se usó en los 3 primeros capítulos, no vuelve a aparecer, sino hasta aquí, en 22:16
En las cartas a las 7 iglesias, el Señor hizo importantes promesas ¡¡“al que venciere”!!, como creyentes, individualmente, no importando las características de las iglesias, ya sean más fieles o más frías. (leer por favor, Ap 2:7; 2:11; 2:17; 2:26,27; 3:5; 3:12; 3:21), refiriéndose a las iglesias de todos los siglos.
“Yo soy la raíz y el linaje de David…
“Cristo es la fuente (raíz) de la vida de David y sus descendientes, lo cual establece su deidad. Él es también un descendiente de David (linaje) y esto establece su humanidad. Esta frase da testimonio poderoso de Cristo como el Dios-hombre y el Hombre-Dios (cp. 2 Ti 2:8)” B.MacArthur p. 1879. Los fariseos no pudieron explicar esto, que el Mesías (Jesús) era el Señor de David y con todo, hijo de David (Mt 22: 42-45).
…la estrella resplandeciente de la mañana”. La estrella más brillante que anuncia la llegada del día. El apóstol Pedro, afirmando la revelación que ya se poseía sobre la palabra profética, esperaba la plenitud, cuando “el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones” (2 P 1:19). Cristo traerá el amanecer de una era de luz radiante.
